Una de las cosas que siempre me gusta
compartir con vosotros, son las reflexiones que me surgen después de
realizar algunos cursos. Cómo en otras ocasiones, el curso del que
os hablaré “El comerç just com a eina de desenvolupament
sostenible” (El comercio justo como herramienta para un desarrollo
sostenible), ha sido presencial y gratuito, cosas muy importantes
como ya he repetido otras veces. Por una parte para conocer gente que
comparte tus mismas inquietudes y por qué no hacer nuevos contactos
y por otro lado el ahorro económico que supone.
El curso lo impartieron voluntarias de
asociaciones como SETEMCV y PETJADES. La dinámica de inicio
consistió en el reparto de unas tarjetas que contenían la situación
de trabajadores, empresas, familias… cada uno leía la suya: “Este
año la cosecha de cacao ha sido estupenda, por tanto los precios
suben. Coge dos piruletas, una menos que el año anterior.” Y si se
tenía que coger una piruleta (de comercio justo, ¡claro!) como en
este caso, se cogía. Cada una de las personas del grupo que
asistimos al curso repitió el proceso. Lo interesante de esta dinámica a parte de
conocer y ponerse en la piel de los trabajadores, eran los
comentarios: “Bueno, al menos me llevo una piruleta” o en el caso
del empresario que se llevó 15 piruletas “Todas van a ser para
mí”. Esta es la realidad que viven cada día y lo pudimos ver
representado con estos dulces. Unos se enriquecen y cada vez más y
los demás se empobrecen cada vez más y no avanzan.
Luego realizamos una dinámica de
presentación, en la que comentamos también cuanto de comercio justo
creemos que sabemos. Parece ser que la gente cada vez más sabe lo
que es el comercio justo o mejor aún, colabora y es más activa.
Aunque aún es más lo primero que lo segundo, la concienciación es
muy lenta, pero paso a paso se va consiguiendo.
Para entrar en materia, nos pusieron
un documental sobre trabajadores del sector textil de Camboya, los
problemas que tienen, sus reivindicaciones y cómo se ven las cosas
en las empresas que los contratan. ¿Qué podemos hacer los que
estamos al otro lado? Somos los consumidores, deberíamos de exigir
que los trabajadores tengan unas condiciones mínimas. Si la
explotación infantil después de las presiones, las empresas están
siendo más estrictas, ¿por qué no con esto también?
Cuando vamos a comprar tenemos que ser
más críticos, saber de dónde provienen los productos y preguntar si las
etiquetas no lo dejan claro. Pero, la gran mayoría no lo hacemos o
no lo hacemos lo suficiente. Vivimos en un mundo tan consumista que
nos tienen que vender todo, la concienciación desgraciadamente tiene
que pasar por un proceso de mercantilización, de marketing para que
llegue a todos y no solo a los que ya están interesados y quieren
conocer más, porque esos se concienciaran casi solos. Con el medio
ambiente, pasa un poco lo mismo. Aunque ahora se está volviendo como
una moda ser ecológico (tanto personas individuales como empresas) y
bueno, no es lo ideal que se haga por ese motivo y no por estar
realmente concienciado, pero es mejor empezar por ahí que nada.
Quizás algunas de estas personas/empresas se conciencien más
adelante. De momento los profesionales del medio ambiente tendremos
que aprovecharlo y esto mismo sería una cuestión a tener en cuenta
por el comercio justo.
Estoy totalmente de acuerdo con
aquellos que piensan que este no debiera ser el camino, pero la vida,
el mundo y las personas nos han dado estas herramientas ¿por qué no
utilizarlas a nuestro favor? Hasta que encontremos otra manera de
llegar al mayor número de personas, es nuestra mejor baza.
Otra actividad que realizamos, fue la
de colorear dos tabletas de chocolate, por un lado el comercio
tradicional y por el otro el comercio justo. ¿Cuánto se lleva cada
uno: Empresa, Comerciante, Transporte y Cultivadores?
Este es el resultado real:
Comercio Tradicional:
Empresa: 38.8%
Comerciante: 33.3%
Transporte: 22.2%
Cultivadores: 5.5%
Comercio Justo:
Empresa: 22.2%
Comerciante: 22.2%
Transporte: 22.2%
Cultivadores: 33.3%
El comercio justo pone en la balanza el
interés por los pueblos, el planeta y la ganancia financiera. ¿Y su
huella ecológica? En principio el transporte sería el que más
subiría su huella ecológica, aunque sería el mismo que en el
comercio tradicional. Por otro lado, esto se podría ver compensado
por la manera de cultivar, la inversión de la empresa y los
comerciantes en ellos mismos ser más ecológicos y reducir su huella
particular. Además la mayoría de los transportes del comercio
justo se realizan en barco y de alimentos no perecederos (café,
cacao), lo que podría utilizarse a su favor para reducir su huella
con una buena organización.
Ahora, solo me queda preguntaros después de mi reflexión ¿qué pensais
es el comercio justo? ¿Cómo lo definiríais? Comentarios también a
través de Twitter @MariAmbient
Aquí vídeo ¿Qué es el comerciojusto?
Aquí definición: http://comerciojusto.org/que-es-el-comercio-justo/
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