martes, 31 de marzo de 2015

Comercio justo - Textil

"Estamos propiciando una revolución sobre la forma de trabajo y otra forma de vida" Anjali Tapkire

La semana pasada tuve la oportunidad de asistir a una conferencia: "Tejiendo alternativas para las mujeres" en la que Anjali Tapkire, representante de Creative Handicrafts, nos contaba la finalidad de esta organización de comercio justo del sector textil en Mumbai (India) y su experiencia dentro de la misma.


El sector textil ha sido uno de los que más se ha aprovechado de los países como India para fabricar sus productos ya que les permitía conseguirlos a costes mucho más baratos que en países como los europeos. Esto es la deslocalización, ello conlleva a que las marcas/empresas no se responsabilicen de las condiciones en las que se trabaja para conseguir sus pedidos. Obviamente estas condiciones son malas: existe una discriminación sexual ya que este tipo de fábricas está muy feminizada: el 90% son mujeres, la mano de obra es muy barata (muy por debajo del mínimo establecido por el estado de cada país), no se permiten sindicatos, la cobertura social es mínima por no decir nula y existe subcontratación.

El comercio justo intenta suprimir todas estas injusticias e intenta mostrar que existe un modelo económico distinto y además más sostenible.

Escuchar a Anjali me permitió ponerle cara a la ropa que he comprado. Cada vez que voy a una tienda de ropa, ahora no solo me pregunto ¿Dónde está fabricada esta prenda? sino también ¿en qué condiciones está fabricada? Ser más crítica con lo que compro y dónde lo compro; es cierto que también me planteo la diferencia entre comprarlos en centros comerciales grandes que en comercios de barrio ¿es lo mismo comprarlo en un sitio u otro? Quizás dentro del mismo mal, lo mejor es que parte del reembolso económico se lo lleve el local del barrio, eso sí siempre poniendo la puntilla y preguntar o interesarse de dónde proviene o no dicha prenda. Porque ¿qué podemos hacer nosotros? ¿no comprar nada que no sea europeo o de comercio justo? Eso sería lo ideal, pero de momento muy caro y muy difícil para según que economías. Yo creo que más bien deberíamos ser como digo más críticos, movilizarnos para que las condiciones laborales de los trabajadores sean dignas, sensibilizar y educar cuando vayamos de compras tanto al vendedor como a quien te acompañe. Por otro lado, preguntarse ¿qué necesito realmente?, comprar de segunda mano o realizar trueque de prendas con amigos/familia.

Esta conferencia me ha hecho cambiar mi modo de comprar ropa, reflexionar sobre cómo las mujeres se esfuerzan en conseguir unas condiciones dignas, en cómo acaba con el tiempo todo encajando y sus maridos y los hombres aceptando que ellas lleven las riendas de sus vidas y que como ambientóloga el comercio justo es un punto en el que no había pensado y también es muy importante como ejemplo de sostenibilidad.

Y vosotros, ¿soys críticos con vuestras compras? Comentadme tanto por aquí como por twitter @MariAmbient

viernes, 20 de marzo de 2015

Comercio Justo

"Para disfrutar de un buen café, no hace falta que termine molido nadie" Coordinadora estatal de Comercio Justo.


Una de las cosas que siempre me gusta compartir con vosotros, son las reflexiones que me surgen después de realizar algunos cursos. Cómo en otras ocasiones, el curso del que os hablaré “El comerç just com a eina de desenvolupament sostenible” (El comercio justo como herramienta para un desarrollo sostenible), ha sido presencial y gratuito, cosas muy importantes como ya he repetido otras veces. Por una parte para conocer gente que comparte tus mismas inquietudes y por qué no hacer nuevos contactos y por otro lado el ahorro económico que supone.

El curso lo impartieron voluntarias de asociaciones como SETEMCV y PETJADES. La dinámica de inicio consistió en el reparto de unas tarjetas que contenían la situación de trabajadores, empresas, familias… cada uno leía la suya: “Este año la cosecha de cacao ha sido estupenda, por tanto los precios suben. Coge dos piruletas, una menos que el año anterior.” Y si se tenía que coger una piruleta (de comercio justo, ¡claro!) como en este caso, se cogía. Cada una de las personas del grupo que asistimos al curso repitió el proceso. Lo interesante de esta dinámica a parte de conocer y ponerse en la piel de los trabajadores, eran los comentarios: “Bueno, al menos me llevo una piruleta” o en el caso del empresario que se llevó 15 piruletas “Todas van a ser para mí”. Esta es la realidad que viven cada día y lo pudimos ver representado con estos dulces. Unos se enriquecen y cada vez más y los demás se empobrecen cada vez más y no avanzan.

Luego realizamos una dinámica de presentación, en la que comentamos también cuanto de comercio justo creemos que sabemos. Parece ser que la gente cada vez más sabe lo que es el comercio justo o mejor aún, colabora y es más activa. Aunque aún es más lo primero que lo segundo, la concienciación es muy lenta, pero paso a paso se va consiguiendo.

Para entrar en materia, nos pusieron un documental sobre trabajadores del sector textil de Camboya, los problemas que tienen, sus reivindicaciones y cómo se ven las cosas en las empresas que los contratan. ¿Qué podemos hacer los que estamos al otro lado? Somos los consumidores, deberíamos de exigir que los trabajadores tengan unas condiciones mínimas. Si la explotación infantil después de las presiones, las empresas están siendo más estrictas, ¿por qué no con esto también?

Cuando vamos a comprar tenemos que ser más críticos, saber de dónde provienen los productos y preguntar si las etiquetas no lo dejan claro. Pero, la gran mayoría no lo hacemos o no lo hacemos lo suficiente. Vivimos en un mundo tan consumista que nos tienen que vender todo, la concienciación desgraciadamente tiene que pasar por un proceso de mercantilización, de marketing para que llegue a todos y no solo a los que ya están interesados y quieren conocer más, porque esos se concienciaran casi solos. Con el medio ambiente, pasa un poco lo mismo. Aunque ahora se está volviendo como una moda ser ecológico (tanto personas individuales como empresas) y bueno, no es lo ideal que se haga por ese motivo y no por estar realmente concienciado, pero es mejor empezar por ahí que nada. Quizás algunas de estas personas/empresas se conciencien más adelante. De momento los profesionales del medio ambiente tendremos que aprovecharlo y esto mismo sería una cuestión a tener en cuenta por el comercio justo.

Estoy totalmente de acuerdo con aquellos que piensan que este no debiera ser el camino, pero la vida, el mundo y las personas nos han dado estas herramientas ¿por qué no utilizarlas a nuestro favor? Hasta que encontremos otra manera de llegar al mayor número de personas, es nuestra mejor baza.

Otra actividad que realizamos, fue la de colorear dos tabletas de chocolate, por un lado el comercio tradicional y por el otro el comercio justo. ¿Cuánto se lleva cada uno: Empresa, Comerciante, Transporte y Cultivadores?

Este es el resultado real:

Comercio Tradicional:
Empresa: 38.8%
Comerciante: 33.3%
Transporte: 22.2%
Cultivadores: 5.5%

Comercio Justo:
Empresa: 22.2%
Comerciante: 22.2%
Transporte: 22.2%
Cultivadores: 33.3%

El comercio justo pone en la balanza el interés por los pueblos, el planeta y la ganancia financiera. ¿Y su huella ecológica? En principio el transporte sería el que más subiría su huella ecológica, aunque sería el mismo que en el comercio tradicional. Por otro lado, esto se podría ver compensado por la manera de cultivar, la inversión de la empresa y los comerciantes en ellos mismos ser más ecológicos y reducir su huella particular. Además la mayoría de los transportes del comercio justo se realizan en barco y de alimentos no perecederos (café, cacao), lo que podría utilizarse a su favor para reducir su huella con una buena organización.

Ahora, solo me queda preguntaros después de mi reflexión  ¿qué pensais es el comercio justo? ¿Cómo lo definiríais? Comentarios también a través de Twitter @MariAmbient


domingo, 8 de marzo de 2015

Manualidades III - Materiales naturales

"Si quieres que los adultos reciclen, simplemente háblale a los niños de la importancia de reciclar y lo harán" Bill Nye.

Un día más os traigo otra tanda de manualidades. Navegando por internet como tantas otras veces, me topé con esta página de la cual cogí algunas ideas.

En este caso los materiales (naturales) que he utilizado son por un lado, y para la mayoría de manualidades, las cáscaras de nuez; por el otro, una caracola.

Si habeis ojeado la página que he enlazado os habreis hecho ya una idea de lo que os voy a presentar.

Ratones, búho y mariquitas

Ratoncitos

Mariquitas

Pues bien, exceptuando los ojos (que en todo caso se pueden pintar ), todo lo demás son materiales reciclados: cáscara de nuez, cartón, caña de pescar de hacer pulseras, el plastiquito que utilizan los supermercados para atar el pan bimbo por ejemplo y rabitos de manzana.

Como educadora ambiental y sobretodo ambientóloga ya sabeis que reutilizar/reciclar es un punto muy importante que quiero inculcar a mis lectores o a los grupos que hagan talleres conmigo. En este caso me pareció muy interesante el material, porque puede lanzarte a pensar qué otro tipo de elementos naturales podríamos utilizar (cáscaras de castaña, bellotas, piñas, rabitos de pera, manzana etc., cáscara de pistachos...). En un entorno en el que alguno de estos elementos esté presente un taller de estas características sería muy sencillo de hacer y muy divertido para el grupo. Además se podría explicar las propiedades o quizá la importancia de dichos elementos.

Otra cosa que se me ocurrió, esto ya para los lectores más pros, fue la de hacer un juguete de estas figuritas recicladas. Al estar huecas las nueces (ya que obviamente hemos vaciado la nuez y nos la hemos comido ;P) podrían ponerse unas ruedecitas de juguete aguantándolas con un palillo, por ejemplo.

La otra manualidad fue facílisima de hacer y la verdad que muy interesante para hacerla con los niñ@s tanto en un taller de playa o incluso también en casa. Los días soleados y de buen tiempo, muy habituales en Valencia, muchas personas van a la playa, pues bien, es un muy buen momento para ponerse a buscar caracolas o conchas... para después convertirlas en colgantes.

Colgante caracola
La verdad es que me encantaría llevar a la práctica alguno de estos talleres, para ver si efectivamente atrae o no a los niñ@s, si les gusta y sobretodo si les divierte y aprenden a valorar el medio ambiente, aunque sea un poquito.

¿Qué os parece? ¿Habeis hecho alguna vez alguna actividad de este tipo o alguna manualidad con estos materiales? Comentad tanto por aquí como por twitter a través de @MariAmbient





























 


martes, 3 de marzo de 2015

Otro reto como educadora

"Tal vez sirva de consuelo a los desgraciados saber que uno como ellos, a pesar de todos los obstáculos de la naturaleza, hizo todo lo que estaba en su poder para ser aceptado entre los artistas y hombres de valor." Beethoven

Como ya sabeis, llevo un tiempo ejerciendo de tanto en tanto como educadora ambiental entre Marxalenes y el Saler. Esta vez tuve la oportunidad de trabajar en el Saler con un grupo mixto de niñ@s con y sin discapacidad auditiva, de 4to de primaria.

No tengo ninguna formación, ni experiencia con este tipo de discapacidad, por tanto la comunicación en un principio fue algo complicada aunque estuviera la profesora traduciendo.

Por un lado tenía la dificultad típica de llevar a un grupo de 4to de primaria cuya atención varía dependiendo del interés que ofrezcas o tengan por el lugar y la actividad. Por otro, el hecho de compenetrarme con la profesora que traducía a los 9 niños con discapacidad auditiva. Así que, la primera parte de la explicación fue un poco caótica, aunque habían elementos visuales que podían ayudar tanto a unos como a otros a fijar su atención, no lo conseguí. Todos estaban bastante dispersos. Era difícil.

En la segunda parte, cambié de estrategia e intenté atender a la profesora que traducía y copiar algunos signos que utilizaba para incluirlos en mi explicación. Ello hizo que la tercera parte de la actividad fuera un poco mejor, ya que trataba de observar in situ lo que habíamos comentado antes y podía utilizar los signos aprendidos para aclarar cualquier duda.

Otra actividad consistía en una ruta por la zona, en este caso directamente preguntaba cómo podía decir algunos conceptos en legunaje de signos para hacerme entender, mientras intentaba que los demás atendieran y se interesaran por todo lo que explicaba. Otra dificultad añadida era la de que todos siguieran un orden, fueran detrás de mí y no se desperdigaran. En este caso en concreto no bastaba con decir el nombre del niño o llamar la atención, había que ir a paso ligero hasta él para tocarle y por señas decirle que la que va primera soy yo.

Esta experiencia me ha resultado muy interesante, productiva, pero también algo frustrante, ya no solo por los que no oyen, sino también por los que sí. Me faltó captar bien la atención y quizás estuve algo más dispersa de lo que debiera haber estado o de lo que estoy con otros grupos. En fin, quizás me anime a aprender algunas frases o palabras en lenguaje de signos. Sería muy muy enriquecedor. 

Cualquier comentario, crítica, consejo, idea... sobre esto o cualquier otro tema será muy bien recibido y también me podeis escribir por twitter @MariAmbient