La semana pasada acabé el curso online de educador e intérprete ambiental, del que os he estado hablando últimamente, realizando un Programa de Educación Ambiental.
Mi opción fue realizarlo sobre mis experiencias como voluntaria y cogiendo el caso del voluntariado del Túria con tortugas. Mi idea era llevar un paso más allá lo que actualmente estoy haciendo con los voluntarios del Túria y programar esta actividad desde el punto de vista educativo.
Así pues, para realizar dicho programa lo primero es ponerle un título: "Tortugueando en el Túria", "Manos a la tortuga", "Torturia" ... cualquiera que llame la atención y sea atractivo, sobretodo porque será el título que los interesados en realizar la actividad verán.
A continuación, debemos conocer el lugar donde se realizará el ejercicio, los problemas que tiene (mala gestión, especies invasoras tanto animales como vegetales, destrucción del bosque de ribera, residuos...), en qué nos centraremos (las tortugas invasoras) y los agentes implicados (Parque Natural, Generalitat, Ayuntamiento...) y los objetivos que queremos conseguir, tanto los generales como los específicos:
- Realizar un seguimiento de las especies encontradas en el río Túria y centrarnos en las tortugas.
- Captar la atención y colaboración de la sociedad.
Una vez tenemos claro los objetivos redactaremos en qué consistirán las actividades que queremos realizar (contenido, concepto, procedimiento, actitudes que adquirirán los participantes y competencias). Desarrollaremos una metodología y las actividades un poco más en profundidad distinguiendo los materiales que se necesitarán y cómo serán (en mi caso por ejemplo una guía de especies de tortugas o una ficha para introducir datos), qué recursos humanos participarán como en mi caso un técnico ambiental, un coordinador y voluntarios, calendario de las actividades y explicación del contenido de las mismas, infraestructuras posibles etcétera.
El calendario o la temporalidad es mejor representarla utilizando un Diagrama de Gantt que nos dará una visión rápida y general de la duración del programa.
La parte económica también es un punto que ha de incluirse aportando tanto los gastos como los ingresos desarrollándolos de manera sencilla.
Finalmente, hay que añadir el proceso de valoración cómo y cuándo se realizará. En mi caso creí conveniente y más productivo que se hiciera al final del ejercicio mediante un cuestionario tipo test y conversaciones con los participantes.
Este ejercicio me ha hecho reflexionar sobre el trabajo que tienen los educadores. Llevar a cabo un programa de educación es aunque no pueda parecerlo realmente costoso y hay que tener en cuenta todo: el cómo, el dónde, el cuándo, el por qué, el quién, el qué, el cuánto... Por mi parte, como ambientóloga llevé el ejercicio demasiado a la conservación, aunque mi intención era que los voluntarios aprendieran, con la guía y la parte práctica, a reconocer las especies de tortugas e identificar los problemas que provocan las invasoras.
De todos modos estoy muy contenta con los resultados de todos los ejercicios y espero poder llevar a cabo todo lo aprendido en algún proyecto futuro. Animo a quién le interese el mundo de la educación ambiental a realizar el curso.
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