En el artículo de hoy seguiremos comentando la conferencia sobre los residuos organizada por Ben-Magec - Ecologistas en acción. Esta vez sobre un tema muy recurrente en este blog: Los microplásticos
Si han leído las anteriores entradas sobre este tema podrán estar de acuerdo conmigo que la problemática de los residuos plásticos es grave. En este sentido, querría centrarme esta vez en lo comentado por la doctora Alicia Herrera en la conferencia sobre la relación que tienen estos con el zooplancton.
Las investigaciones que han realizado muestran un importante incremento de la concentración de microplásticos por km cuadrado en superficie del agua. Esto es, una relación microplástico - zooplancton de alrededor del 30 - 70 %. En algunos casos, como en la bahía del Confital en Gran Canaria, esta relación se descompensa hacia los microplásticos, llegando estos a duplicar su cantidad a la del zooplancton.
Evidentemente, esto incrementa la problemática ya argumentada en anteriores ocasiones sobre la inclusión en la cadena trófica de estas pequeñas partículas plásticas. En estas zonas tan saturadas de microplásticos los grandes filtradores (ballenas, tiburón ballena, mantas gigantes...) que se alimentan de zooplancton, y recordemos que no lo distinguen del microplástico, ingerirán una gran cantidad de éstos impidiendo con ello que reciban los nutrientes necesarios, ya que, se sentirán saciados con todo lo que han comido (zooplancton + microplásticos).
Por otro lado, los microplásticos llevan adheridos, gracias a su capacidad de adsorción, contaminantes, por tanto, estos animales marinos tienen un mayor riesgo de bioacumular, y en consecuencia, biomagnificar dichos contaminantes en su cadena trófica.
En relación a lo anterior, la doctora Herrera expone dos datos muy interesantes que me gustaría rescatar. Se encontraron contaminantes de DDT (productos prohibidos en España en los años 70) adheridos a los microplásticos en unas concentraciones importantes, sobre todo en Gran Canaria.
Por otra parte, los filtros UV derivados de nuestras cremas solares también aparecieron en unas concentraciones considerables, sobretodo, en aquellas playas con una mayor afluencia de turistas.
Con todo esto, vemos que los residuos que generamos (y no gestionamos adecuadamente) tienen un impacto directo en la vida marina. Es necesario replantearse nuestro modo de consumo, el uso del plástico y nuestras necesidades. Bien es cierto, que con la crisis sanitaria actual ha aumentado el uso de elementos plásticos de usar y tirar (guantes, mascarillas...) que podríamos debatir en otra entrada, pero por el momento tenemos que ser conscientes de lo que ocurre si estos elementos no los gestionamos adecuadamente, ser cívicos y separarlos como toca.
@MariAmbient