"La mujer debe trabajar y estudiar porque es la única fuente de redención que puede hallar. Porque la mujer es apta como el hombre. Porque ya es una nebulosa absurda que no se lleva aquello de que, el matrimonio, ha de ser la carrera de las muchachas." Olimpia Valencia
Seguramente el nombre de Olimpia Valencia no lo reconozca nadie, quizás algunos mayores vigueses o habitantes de Oia, ya que hay una calle que se llama así.
¿Quién fue esta mujer? Olimpia Valencia fue la primera ginecóloga gallega que, además de ser una persona reconocida en su campo, contribuyó a normalizar la figura de las profesionales mujeres en la sociedad española. En una época en la que las mujeres quedaban relegadas a tareas del hogar, del matrimonio, los hijos y, en todo caso, de la enseñanza. Los hombres acaparaban el mundo de las ciencias, las artes y la industria.
Olimpia perseveró y consiguió el respeto de sus compañeros y ejercer su profesión hasta la jubilación.
El camino no fue de rosas, ni siquiera comenzó en las ciencias. Olimpia empezó a estudiar Magisterio, única carrera permitida a ojos de la moral y la ética de la sociedad, a una mujer si aspiraba a algo más que ser esposa y madre. Sin embargo, para ella esta carrera no era suficiente, ella quería ser medico. Así pues, se matriculó en medicina en la Universidad de Santiago con el apoyo de su família, pero la desaprobación de algunas personas de su círculo íntimo, que no veían con buenos ojos esta aspiración.
En 1919 comenzó la carrera, cuando 9 años antes se aprobó una ley que permitía que las mujeres se matricularan libremente (sin necesidad de ningún permiso especial del rey, profesores o cualquier otro hombre) en la universidad. Por tanto, la sociedad y sobretodo los estudiantes no estaban acostumbrados a ver a una mujer estudiando carreras superiores, esta situación aún no estaba normalizada.
En 1925 Olimpia se convirtió en la primera licenciada gallega en medicina con sobresalientes notas. Así lo recogía el dirario La Región en junio de ese año: "La bella señorita orensana, hoy residente en Vigo, Olimpia Valencia López, primera mujer gallega que con la nota suprema acaba de obtener la licenciatura en la facultad de medicina, en la Universidad Compostelana, después de haber cursado toda la carrera con extraordinaria brillantez",
La especialidad que aspiraba estudiar Olimpia, enfermedades del neumotórax, fue rechazada inmediatamente por su entorno. ¿Cómo va a ser posible que una mujer atienda a hombres? De nuevo la moral y la ética de la sociedad de la época se puso alerta, y esta vez sí, ganó la batalla. Finalmente, tuvo que especializarse en "enfermedades de la mujer" y convertirse en ginecóloga.
Se trasladó a Madrid a realizar la especialidad conviviendo con numerosas mujeres importantes de la época en la famosa Residencia de Señoritas. Allí se juntaron Clara Campoamor, Victoria Kent, Maruja Mallo, Zenobia Camprubí... y su directora María de Maeztu.
En 1929 abrió su propia clínica cuyo letrero de presentación rezaba: "Olimpia Valencia. Especialista en enfermedades femeninas". Los comienzos fueron complicados, pero las personas acabaron acostumbrándose a la presencia de esta doctora. Pero, Olimpia también se implicava en la política y durante la Segunda República apoyó abiertamente la defensa de un Estatuto Gallego. Después del golpe franquista fue detenida y encarcelada durante varios días por sus ideales y compromiso polítco, lo que propició que la tildaran de "roja". Esto supuso una mayor reticencia de las demás mujeres a acudir a su clínica, pero Olimpia resistió y continuó ejerciendo.
En 1940 consiguió entrar como facultativa en la Seguridad Social, pudiéndose jubilar en los años 60, aunque continuó trabajando en su consultorio hasta los 80 años. Falleció en julio de 1987.
Puede parecer que no sea importante esta mujer porque sus trabajos o investigaciones no han sido decisivos para la historia de la ciencia. Sin embargo, si ha sido decisivo su elección de estudiar una carrera distinta a Magisterio. Ser la primera hace que la segunda tenga las cosas un poquito más fáciles, en definitiva nos abre las puertas a todas.
Sí es una mujer importante en la ciencia,
sí es una mujer importante en la historia y,
por descontado,
sí es una mujer a destacar.
Fuente: @Principia_ |