“Cuando bebas agua, recuerda la
fuente” Proverbio chino.
En Mayo empecé un curso del paro:
Operación de estaciones de tratamiento de aguas (SEAG0210) del que
ya comenté algo en un post anterior sobre una de las
prácticas sobre pH y conductividad.
Este curso se presentaba como una
oportunidad de aumentar mis conocimientos en el sector del agua y
añadir experiencia práctica a mi curriculum enriqueciéndome como
profesional del sector ambiental.
En un principio pensaba que trataríamos
cosas que ya había tocado de una u otra manera en la carrera, pero
también estamos aprendiendo sobre mantenimiento preventivo y
reactivo cosa que me está ayudando a completar más aun mi formación
que no es técnica y tapar esas carencias. De momento estoy
adquiriendo nuevos conocimientos, renovando viejos y relacionándolo
todo con lo que ya sabíamos sobre las depuradoras (EDAR) y
potabilizadoras (ETAP).
El curso aún está en marcha y quedan
un par de meses para finalizar, pero sí que hay cosas sobre las que
me gustaría reflexionar al haber hecho visitas a plantas de
depuración y desaladora aquí en Canarias.
Por una parte tenemos la desaladora que
es, a groso modo, donde el agua de mar es recogida, pasa por
diferentes procesos para convertirse en agua potable. Dichos procesos
son costosos de llevar a cabo y se nos incidió en ello, sobretodo
para que reflexionáramos: Cada vez que abrimos el grifo, más aún
aquellos que vivimos en islas o en costa, no nos preguntamos nada
sobre la procedencia de dicha agua. ¿Cuánto cuesta que esa agua nos
llegue al grifo de casa? Hasta el momento el agua que utilizamos para
lavar la ropa, fregar, cocinar… nos viene a casa sin prácticamente
coste monetario para nosotros. ¿Apreciaríamos más este recurso si
la pagáramos, si nos cobrarán por ello unas tasas como las de luz o
gas? Con esto no estoy planteando que se deba cobrar, evidentemente
este recurso es un bien de todos y para todos y así debe seguir
siendo siempre, pero sí quiero incidir en la reflexión. Abrimos el
grifo de forma mecánica, ¿de dónde viene? ¿de un lago, de un río,
del mar? ¿cuánta energía se consume en el proceso de recogida del
agua hasta que llega a nuestras casas? ¿somos conscientes de todo
esto? Como bien dice el proverbio chino mencionado antes “Cuando
bebas agua, recuerda la fuente”.
Por otro lado, tenemos las depuradoras
que son, a grandes rasgos, donde se realiza la depuración de las
aguas residuales que son recogidas y tratadas a través de diferentes
procesos y finalmente devueltas al río, mar o lago más cercano o
incluso utilizarlas para regar. En nuestra visita nos chocó la
cantidad de residuos que son separados de las aguas, nos dimos cuenta
de que mucha gente utiliza el váter como papelera. Nunca he tirado
nada por el váter que no sea papel higiénico, pero sé de gente que
tira compresas, tampones o las “toallitas” entre otras cosas. Las
“toallitas” son lo que más abunda en cuanto a residuo sólido en
las EDAR, existe el falso mito de que algunas sino todas son
biodegradables, pero nada más lejos de la verdad. Este producto al
tirarlo por el inodoro si no atasca las tuberías del saneamiento
puede causar problemas en la estación de tratamiento de aguas
residuales, atascan bombas y tuberías además de afectar a los
distintos elementos de retención de residuos sólidos (rejas y
tamices). Pudimos ver in situ la cantidad de estas toallitas que eran
recogidas en una de las depuradoras que visitamos.
Debemos preguntarnos, antes de tirar
nada por el váter, ya no solo de donde viene el agua sino a donde va
a parar, el tratamiento de aguas es algo muy importante para el medio
ambiente acuático, ya que sin él ese sistema lo hubiéramos
devastado hace mucho tiempo. Hay que tener presente esto antes de
deshacernos de las toallitas tirando de la cadena en vez de tirarlas
a la basura. ¡No utilicemos nuestro váter como papelera!
@MariAmbient