domingo, 14 de junio de 2015

Aprendiendo sobre el mar

 "He sido un niño pequeño que, jugando en la playa, encontraba de tarde en tarde un guijarro más fino o una concha más boinita de lo normal. El océano de la verdad se extendía, inexplorado, delante de mi." Isaac Newton.

Como ya sabéis aquellos que me seguís, he estado trabajando como educadora ambiental de manera eventual por la zona de El Saler. Hoy os traigo una experiencia, una idea y una reflexión sobre enseñar a niños y no tan niños los secretos que esconde el mar a través de las miguitas que van dejando las olas en la playa.

No sé si los educadores que estén leyendo han trabajado con niños en la playa. ¿Cómo ha sido la experiencia? Por mi parte muy enriquecedora, he aprendido mucho, en cada paseo descubriendo cosas nuevas y nuevas formas de enseñar a respetar el entorno.

¿Os habeis dado cuenta cuando vais a la playa de lo que traen las olas? Piedras, conchas y... mucho más.  

Berberechos
 
Ostras
¿Cómo trasladar a niños y adultos cuanta diversidad hay en el mar? Bueno, una manera es la identificación de las diferentes especies que pueden encontrarse buscando en un paseo. Ya no el nombre científico, si no mirar las diferencias entre una y otra. O quizás coger una de cada especie diferente que se vea y luego trabajarla en un aula y hacer (para los más mayores) un inventario. Porque la playa para los niños es bañarse o jugar con la arena y el caso que hacen a lo que hay alrededor es mínimo. Llamarles la atención sobre estos pequeños restos de biodiversidad es muy difícil. 

Lapas

Navaja
 Pero, ¿cómo vamos a enseñar a respetar el medio ambiente y la playa, si utilizamos los restos que vemos (conchas y demás) para llevarlos después a un aula y hacer inventario? Aquí está mi gran duda ¿cómo combinar respeto con enseñanza en este punto y más en un lugar como la playa? Ahí está lo bonito de la educación ambiental, los retos.

@MariAmbient

 

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