martes, 15 de marzo de 2016

Aprender jugando

"Una ciencia es tanto más útil cuanto más universalmente pueden comprenderse sus producciones; y, al contrario, lo serán menos en la medida en que éstas sean menos comunicables." Leonardo da Vinci

Últimamente no tengo muchas experiencias que poder compartir con vosotros, pero sigo al pie del cañón, moviéndome por aquí y por allá, buscando nuevos horizontes, experiencias y caminos qué seguir, aunque de momento ninguno de ellos ha llegado a culminarse. 

En fin, no quiero dejar de escribir mis andanzas y a lo mejor descarto algunas que quizás pueda ser interesante compartirlas, como mi visita al museo Elder de ciencia y tecnología

El día comenzó nublado, así que decidimos hacer algo a cubierto, yo tenía muchas ganas de visitar el museo Elder, así que allí nos fuimos. Lo primero que nos encontramos en la entrada del museo es un artilugio musical que te embauca por todos los mecanismos que lleva incluidos, además de contar con el azar. Podría llegar a estar horas mirándolo y escuchándolo, fascinante.

Hay varias zonas temáticas: tecnología aeroespacial, energética o cinematográfica, matemáticas, física, ciencias naturales e incluso un videojuego y cine 3D.

Me gustó sobretodo la zona de tecnología energética, con las pequeñas demostraciones de como funciona la energía eólica, energética o como funciona parte de una EDAR (estación de puradora de aguas residuales). Sobretodo me impresionó un proyecto de la isla de El Hierro sobre la energía hidroeólica que combina la eólica con la hidroeléctrica. Muy interesante. 

El museo no es muy grande en comparación con otros en los que he estado de la misma temática, pero me parece muy educativo, sobretodo porque prácticamente la mayoría de lo expuesto es manipulable además de en muchos casos tener una explicación. Así, nos permiten divertirnos mientras aprendemos, además para los más peques ir al museo no les resultará sinónimo de tostón.

Para aprender es necesario tocar, oler, ver en funcionamiento... la práctica es más productiva en cuanto a adquirir los conocimientos e interiorizarlos que la teoría (aunque esta sea muy necesaria también).

@MariAmbient

  

jueves, 3 de marzo de 2016

Mirando etiquetas. Moda/Comercio INjusto


"Consume con responsabilidad. Usa tu poder de compra para apoyar la justicia social y la conservación de la naturaleza" COOP

A raíz del programa de Salvados de hace unas semanas y su convocatoria por twitter para enseñar la etiqueta me puse manos a la obra. Una revisión de toda mi ropa (también los zapatos), mirando detenidamente las etiquetas y los resutlados son desalentadores:
*Turquía
 Más de la mitad de la ropa de mi armario proviene de China, Bangladesh e India. En menor medida (menos del 10% Camboya, Vietnam y Tailandia). Sólamente un 4,7% es española o italiana y en menor medida (3,5%) portuguesa. Cabe destacar que un alto porcentaje (11,8%) de mi ropa no especifica de donde proviene con palabras MADE IN o FABRICADO EN (algunas prendas españolas, otras compradas en países fuera de españa...). También me llamó la atención que en alguna etiqueta pusiera UE (de la unión europea, pero ¿de donde? no es lo mismo Italia que Rumanía por ejemplo).

Este muestreo de etiquetas es sobre todo mi armario, toda la ropa que tengo no me la he comprado yo, son regalos (ahí no puedo incidir directamente, aunque sí indirectamente sobre cómo se compra) o es ropa de segunda mano (no he podido incidir ni directa ni indirectamente sobre la compra)

Hace ya un tiempo realicé un curso en la Universidad de Valencia sobre el comercio justo impartido por voluntarias de @SETEMCV y PETJADES. Aquí tuve una visión más global de todo lo que es el comercio justo y algunas nociones del comercio justo en el mundo textil. Como por ejemplo el desglose de gastos de una camiseta:

vía SETEM
También acudí a una conferencia sobre el comerico justo-textil impartida por Anjali Tapkire, representante de Creative Handicrafts. Dónde nos explicaba ese comercio INjusto y lo que puede hacer el comercio JUSTO.

En ese momento mirar las etiquetas se convirtió en algo primordial cuando iba de compras aunque fuera sin comprar nada, pero de un tiempo a esta parte dejé de hacerlo ¿Por qué? Quizás porque ya no iba a comprar, no necesitaba  ropa y cuando ya sí seguí la correinte de la sociedad o quizás fue un error el pensar que comprar en la tienda de mi barrio era bueno, apoyaba la economía local y me dejé llevar por eso dejando de lado las etiquetas sin notarlo. Ha sido ahora cuando me he dado cuenta (más bien he tomado conciencia) de que en realidad esa tienda o esas tiendas pertenecen a grupos o traen ropa de marcas que no producen aquí, que no están por un comercio justo al menos de momento.

No hay excusas para dejar de mirar las etiquetas, aunque la tienda sea de tu barrio y de confianza. Hay que seguir pidiendo ropa fabricada en lugares donde las condiciones laborales sean JUSTAS. No estoy orgullosa de haberme confiado en la economía local sin ser crítica con la misma, pero pretendo subsanar ese error, ser más consciente de lo que compro y en la medida de lo posible incentivar marcas justas.

@MariAmbient