martes, 3 de marzo de 2015

Otro reto como educadora

"Tal vez sirva de consuelo a los desgraciados saber que uno como ellos, a pesar de todos los obstáculos de la naturaleza, hizo todo lo que estaba en su poder para ser aceptado entre los artistas y hombres de valor." Beethoven

Como ya sabeis, llevo un tiempo ejerciendo de tanto en tanto como educadora ambiental entre Marxalenes y el Saler. Esta vez tuve la oportunidad de trabajar en el Saler con un grupo mixto de niñ@s con y sin discapacidad auditiva, de 4to de primaria.

No tengo ninguna formación, ni experiencia con este tipo de discapacidad, por tanto la comunicación en un principio fue algo complicada aunque estuviera la profesora traduciendo.

Por un lado tenía la dificultad típica de llevar a un grupo de 4to de primaria cuya atención varía dependiendo del interés que ofrezcas o tengan por el lugar y la actividad. Por otro, el hecho de compenetrarme con la profesora que traducía a los 9 niños con discapacidad auditiva. Así que, la primera parte de la explicación fue un poco caótica, aunque habían elementos visuales que podían ayudar tanto a unos como a otros a fijar su atención, no lo conseguí. Todos estaban bastante dispersos. Era difícil.

En la segunda parte, cambié de estrategia e intenté atender a la profesora que traducía y copiar algunos signos que utilizaba para incluirlos en mi explicación. Ello hizo que la tercera parte de la actividad fuera un poco mejor, ya que trataba de observar in situ lo que habíamos comentado antes y podía utilizar los signos aprendidos para aclarar cualquier duda.

Otra actividad consistía en una ruta por la zona, en este caso directamente preguntaba cómo podía decir algunos conceptos en legunaje de signos para hacerme entender, mientras intentaba que los demás atendieran y se interesaran por todo lo que explicaba. Otra dificultad añadida era la de que todos siguieran un orden, fueran detrás de mí y no se desperdigaran. En este caso en concreto no bastaba con decir el nombre del niño o llamar la atención, había que ir a paso ligero hasta él para tocarle y por señas decirle que la que va primera soy yo.

Esta experiencia me ha resultado muy interesante, productiva, pero también algo frustrante, ya no solo por los que no oyen, sino también por los que sí. Me faltó captar bien la atención y quizás estuve algo más dispersa de lo que debiera haber estado o de lo que estoy con otros grupos. En fin, quizás me anime a aprender algunas frases o palabras en lenguaje de signos. Sería muy muy enriquecedor. 

Cualquier comentario, crítica, consejo, idea... sobre esto o cualquier otro tema será muy bien recibido y también me podeis escribir por twitter @MariAmbient     

 

4 comentarios:

  1. ¡Qué gran reto María! Y no te preocupes porque seguro que lo has hecho genial :)

    Un abrazo

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    1. Gracias Marian, la verdad que fue un reto muy interesante. Aprendí mucho la verdad. Me encantan este tipo de experiencias! ;)

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  2. Hola María, yo también he trabajado con personas con discapacidad, en mi caso, intelectual, no eran niños si no adultos y, si te pasó como a mi probablemente estabas nerviosa por una situación a la que nunca te habías enfrentado. Seguro que salió mejor de lo que crees y la próxima vez te irá mejor aún.

    Besos

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    1. Hola Isabel, yo creo que más que nerviosa estaba un poco deshubicada al principio, luego intenté hacerlo lo mejor que pude y bueno las valoraciones fueron positivas! :)

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